Conversatorio de Enfermería aborda los desafíos de la práctica avanzada

En la actividad denominada “Desafíos de la práctica avanzada en enfermería, reflexión de implementación en Sudamérica” que se realizó en la Universidad de Santiago de Chile, participaron la enfermera brasilera, Helena Leal David, además de Pilar Espinoza, académica de la Escuela de Enfermería de la UNAB, quienes reflexionaron en conjunto sobre el rol y el desarrollo de la profesión desde sus experiencias. 

En la jornada estuvieron presentes el decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Alejandro Guajardo Córdoba; la directora de Transversalidad de Género, Derechos y Reconocimiento, Claudia Solís Adams; la directora de la Escuela de Enfermería, Marcela Baeza Contreras; y el presidente del Regional Santiago del Colegio de Enfermeras de Chile, Javier Letelier Vergara, entre otros profesionales del área.

En las palabras de inicio, la Dra. Rocío Núñez Carrasco, académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Santiago y organizadora de la actividad, realizó una breve síntesis de lo que ha sido la formación de la carrera en Chile. Por ejemplo, mencionó que 1902 partió el programa de enfermería hospitalaria para luego en 1906, al iniciarse en la Universidad de Chile, cambiar la lógica desde lo religioso a lo laico y científico; que recién en la década del 40 la escuela de enfermería fue liderada por enfermeras, hasta antes lo era por médicos, y que entre los años 60 y 70 el colegio de la orden definía las especialidades. También subrayó que “en los años 2000 pasamos de 18 escuelas a más de un centenar con egresos en promedio de 3.500 profesionales cada año”.

En tanto, la directora de la Escuela de Enfermería, Marcela Baeza Contreras, dijo que esta conversación en profundidad “es necesaria para destrabar y poder avanzar y hasta qué punto vamos a capacitarnos para dar los cuidados”.

Desde Brasil y Chile 

En la actividad hubo dos presentaciones. La primera a cargo de la Dra. Helena Leal David, quien desde Brasil compartió que al igual que en Chile ha habido una fuerte influencia de la enfermería norteamericana y que los médicos han estado en las direcciones de las escuelas de formación. “En este sentido la formación estaba basada para colaborar con la práctica médica y no en las necesidades de la población”, dijo la académica durante su intervención. 

La Dra. Leal destacó dos aspectos: el primero relacionado con la importancia de la implementación para garantizar una cobertura universal en salud, y el segundo, con la cualificación de las prácticas de cuidado y sostenibilidad del sistema de salud. 

Entre los tópicos para reflexionar mencionó desde Río de Janeiro: la tendencia de universalización de modelos; las propuestas que fortalecen modelos de atención fragmentados; las repercusiones para el campo de la enfermería; la predominancia de la lógica de mercado en la formación privada; la baja inversión en las instituciones públicas de formación; la preservación de la autonomía profesional; el fortalecimiento del trabajo  interprofesional en salud; la consolidación de los procesos formativos en el país, y la garantía de ampliación del alcance de práctica con calidad.

La académica carioca agregó que “entre lo que defendemos está: la regulación y el ejercicio profesional sin crear una nueva categoría, el aumento de inversiones estatales en procesos formativos, la formación presencial esencial con articulación teoría - práctica, el uso de tecnologías de la información como potenciadores del proceso educativo, la remuneración adecuada para enfermeras, la compatibilidad con el papel en el sistema de salud, la construcción participativa con diálogo entre las instancias representativas, y los consensos sobre el alcance de prácticas que alineen la autonomía y autorregulación profesional con las necesidades de salud”.

Para reforzar la diferencia entre lo público y privado la invitada extranjera detalló que de los 1.270 cursos presenciales que se dictan en el país de la samba, 172 son de instituciones públicas y 1.098 privados.

Luego, la Dra. Pilar Espinoza Quiroz, compartió con la audiencia la siguiente pregunta: ¿dónde estamos en este camino de la enfermería práctica avanzada? y la respondió diciendo que la evidencia del impacto del rol se puede ver en una reducción de mortalidad, morbilidad, días de hospitalización, y costos; en un aumento en la satisfacción del paciente; una disminución de errores de medicación e Infecciones intrahospitalarias y una mejora en la transición del paciente.

Continuó con la siguiente pregunta ¿quién es la enfermera de práctica avanzada? y la definió como “aquella enfermera con conocimiento especialista, que cuenta con capacidad de tomar decisiones complejas y que tiene competencias clínicas para un ejercicio profesional ampliado, relacionado a su contexto de acción y su preparación de nivel magister”.

Entre las competencias destacó que la profesional tiene que tener un conocimiento experto, competencias clínicas avanzadas, práctica basada en evidencia clínica, toma de decisiones complejas, autonomía e independencia, valoración física avanzada y farmacológica, razonamiento diagnóstico, consultoría y mentoría a proveedores de salud, y ser un referente para pacientes, familia y comunidad.

La investigadora, quien en sus 35 años de trabajo profesional ha participado laboralmente en universidades públicas y privadas como la Pontificia Universidad Católica, la Universidad Diego Portales y la Universidad San Sebastián, sostuvo que “entre los objetivos de la Organización Mundial de la salud (OMS) que involucran el rol de la enfermería práctica avanzada están el fortalecimiento de la atención primaria de salud, el acceso universal, la mejora de la calidad y seguridad de la atención, el fortalecimiento de los sistemas de salud, la preparación y respuesta ante emergencias, la investigación y desarrollo, la educación y capacitación del personal, y el liderazgo y políticas de salud”.

 

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Lunes, Octubre 7, 2024